jueves, 3 de mayo de 2012

Así es como están las cosas

Hay veces en que me descubro
en el borde de la añoranza,
sobretodo ante el silencio
que reclama tu nombre.

Estando lejos, te siento lejos
estando cerca, aún más.
Porque estar y tenerte
son cosas tan distintas.

Y esa es toda la diferencia
que materializa tu ausencia.

Como te iba diciendo,
en ese borde en que me pillo,
pienso en hacer cosas tontas,
indebidas, caprichosas, inocentes.

Un "te quiero", un "te extraño",
en un mensaje o susurrado;
sacarte una risa, una mirada.
Cariño, no te sorprendas,
se pone incluso peor:

Pasar al lado tuyo,
cerca de tí...
...y como por accidente,
así por ser,
como quien no quiere la cosa...
...rozar tu ropa, tu mano.
Y tener un secreto momento
de complicidad, de intimidad.

Y me detengo en el último instante,
y me muerdo el alma,
y contengo mis sonrisas,
mis penas, mis cariños.


Y me escapo, me voy.
Que mi llamado no te llegue,
mi búsqueda, que no se detiene,
no te pueda encontrar.

¿Que te des cuenta?
¡Qué insensatez!
¿Que me respondas y un poco más?
¡Qué barbaridad!
¿Un beso tuyo?¿Una caricia?
¡Deténganme por favor!
¡Estas fantasías de mi mente y corazón
me quieren matar!

Y bueno, así como están las cosas,
te escribo ahora a tí,
sin que leas, sin que sepas.
Así es como están las cosas.
Y tal vez logre convencerme que así deba ser.

No hay comentarios: