Calla, calla corazón.
No debes ser escuchado.
Por favor, calla.
Necio corazón, calla.
Que nadie sepa que estás,
tu canción es un secreto.
No grites corazón, no.
Que es en el vacío
donde caerá tu dolor.
No pidas, corazón, no,
que no te puedo dar.
No soy capaz,
no hay nadie más.
Fuera de mi mirada, corazón.
No asomes por mi voz, corazón.
Déjame respirar, corazón.
No me llores más.
Huye, escóndete en un baúl.
Con el Sol que quema azul,
con la luna negra, la sombra borrada,
la llaga abierta de la esperanza,
la sangre de tu amor,
las lágrimas secas,
los versos del epitafio.
Ahógate en mí, corazón.
Toma mi mano, muerde,
la memoria de nuestro amor.
Ódiame, corazón, maldíceme,
que soy la Soledad,
y contigo me quedaré.
Llora, corazón, arde.
Muere en silencio,
corazón cobarde.
Corazón, no soy valiente.
Perdóname, corazón naciente.
Quizás, entre tus cenizas, corazón,
algún día, encuentre perdón.
miércoles, 28 de marzo de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario