jueves, 23 de junio de 2011

La poca fé

"Sometimes I sit and think about every stupid thing I´ve ever done. All at once."

Fue sincero, fue nuestro, fue intenso, fue cálido y acogedor, fue arrepentido, fue triste, fue inevitable, fue inoportuno. Se sintió condenado a ser un adiós. El adiós en un momento que no queríamos dejar pasar, pues era el último momento que íbamos a poder tener. Es cosa triste el darse cuenta que algo tan grande, intenso y sincero tenga que ser renunciado apenas se reconozca, por el simple hecho de que fue en el momento equivocado. La vida pareciese ser entonces puros momentos que nos guardan significancia, que llegan de manera oportuna o inoportuna, aquellos que se dejan pasar y aquellos que se quieren tener para siempre en los brazos, cerca del pecho, del calor de uno. Mas sólo se les puede dejar ir, desesperadamente estirando el brazo lo más posible hasta que el suave tacto dé paso al frío de la nada, del vacío, del recuerdo. El suave veneno de la nostalgia.

Parece ser entonces, que somos un libro que se podía leer una sola vez.

Y aún no termina, y aún no sé si continúa. Pero esto es testimonio de la poca fé que tengo en mí, en lo que puedo entregar. Pido perdón y doy gracias. Doy gracias otra vez. Y otra vez.

¿Sabes? Si  todo termina quiero dejar en claro que te quise mucho, más de lo que yo creía posible, o adecuado, o de lo que yo quería. Pero ya que era una realidad, lo hice con todas mis ganas. Claro que eso ya lo sabías.

No hay comentarios: